miércoles, 26 de agosto de 2009

¿Te acuerdas?


-¿Te acuerdas de la última vez que hicimos un juguete con ésta caja de fósforos, Santiago?

-Sí; claro que lo recuerdo, Pablo.

-Recuerdas cuando formábamos nuestro equipo de fútbol y jugábamos con la canica a que fungía de pelota.

-Cómo olvidarlo.

-¿Olvidaste con qué pintábamos sus uniformes?

-Con plumones, ¿cierto?

-Cierto. ¿Y cuando nuestra madre nos veía jugar y nos hacía barras y hurras?

-Nunca se me olvidará.

-Te acuerdas cuando se iba a trabajar y salíamos de casa dejando la puerta junta.

-Claro, porque no teníamos un duplicado de llaves.

-Y cuando ella creía que ya habíamos hecho las tareas, pero habíamos jugado todo el día en el Olivar con limones.

-Sí, esos eran nuestras pelotas de fútbol.

-Recuerdas cuando improvisábamos nuestros guiones para jugar los partidos en casa con las cajitas de fósforos.

-Sí, y yo te decía "no es posible que sepas todo" cuando querías ganar.

-Te acuerdas cuando no había luz, dejamos los cerillos, en nuestro descuido infantil, cerca de la vela...

-...Y la casa se quemó.

-Recuerdas cuando éramos niños, y decíamos que íbamos a comprarle una casa a mamá.

-Ja, ja, ja.

-Yo recuerdo todas estas cosas, hermano.

-Es curioso, yo deseo olvidarlas.

-Te acuerdas cuando papá se fue.

-...(Traga en seco y no dice nada).

-¿Por qué no jugamos a algo?

-¿A qué?

-A que gana el que se olvida más rápidos de éstas cosas.

-¡Sale!

miércoles, 22 de julio de 2009

"Una águila vieja"

El último fin de semana fue a mi casa mi prima con su hijo, Anderson. Normalmente no ando en casa, no soy muy hogareño que digamos. Y las veces que estoy en ella y coincide la visita de mi sobrino, trato de llevarlo a jugar tenis, pues a sus 06 años está en la edad perfecta para practicarlo. No como yo, que empecé 20 años más después, aunque nunca es tarde. La edad que tiene mi sobrino es transcendental para su aprendizaje y también para demostrar cómo un niño es tiernamente obediente e inocente.

Le pregunté si le habían leído Caperucita Roja, luego de contestarme que "no", puse un vídeo de este cuento en youtube y le acerque la laptop para que puediese cautivarse por la narración, y así fue. Se quedó, literalmente, pegado a la pantalla; no sólo por los dibujos, sino por la trama. Cuando le pregunté si le gustó el cuento me dijo "sí, me ha gustado mucho" con su voz encantada.

Luego de terminar de ver el cuento, le pregunté que si le gustaría que le contará uno de los Cuentos rusos que estaba leyendo, me dijo que "sí" y escogí uno que de llama "La luz en el día", casi, casi una fábula. Bueno, en el trayecto de la lectura llegamos a la parte en que describían a los animales que lo protagonizaban, primero un cisne negro; luego, una cebra y un poco más adelante una águila. El texto lleva un adjetivo para éste animal, así indica el cuento: "...una águila vieja..."

-¿Conoces a una águila?

-No -respondió mi sobrino.

Así que busqué en imágenes de Google y me salió la que ahora ustedes ven en el encabezado. Entonces le dije:

-Ésta -señalando la imagen- es una águila.

-Sí, me dijo es una "águila vieja". Y sonreí.

Al terminar de sonreír le expliqué que lo de "...vieja" era un adjetivo, un modo de describir a aquél animal, así que le expliqué, a mi modo:

-Sólo es una águila. Así como tú y yo somos humanos, pero tú eres un humano joven...

-Tú eres un humano viejo -me interrumpió en el acto.

Atiné a sonreír de nuevo y lo despeiné un poco. Y entre conversación y conversación pasó la tarde. Me hizo recordar ipso facto a mi niñez...pero bueno, esa es otra historia. Si los adultos pudiésemos tener una pizca de esa inocencia, cuán distintos seríamos, ¿no?

Harry Cañari

jueves, 9 de julio de 2009

Una canción cósmica

Para que decir más...

Harry Cañari

domingo, 28 de junio de 2009

megustaleer.com




"Las palabras, las palabras esconden historias que nos emocionan y nos hacen soñar. Las une caprichosamente la mano de un autor que decide que una princesa érase una vez va antes que una princesa en un reino muy lejano. Que pese a las adversidades, tendrá un glorioso futuro... coge aire..."

Fabuloso simplemente; aunque sea una estrategia de MKT, consigue lo que desean.

Random House Mondadori.

Harry Cañari